La tradición conocida como Thelema fue fundada en 1904 por el poeta y místico inglés Aleister Crowley (1875 - 1947), quien es considerado su profeta. Aquellos que siguen el camino de Thelema son llamados thelemitas.
Los Textos Religiosos Thelémicos
El libro "Los Textos Sagrados de Thelema", incluye la mayoría de los libros considerados por los thelemitas como los textos inspirados de Crowley, y que forman el canon de la Sagrada Escritura thelémica. El principal de estos textos es el Liber AL vel Legis, sub figura CCXX, comúnmente llamado El Libro de la Ley. Los contenidos de este libro son bastante crípticos, razón por la cual Crowley preparó una serie de comentarios para su clarificación. Se espera que los thelemitas interpreten el libro por sí mismos, basándose en los comentarios de Crowley y otros escritos, pero son advertidos acerca de intentar imponer sus interpretaciones personales a otros.
Otro libro que ocupa un lugar destacado en el canon thelémico, pero que no está incluido en "Los Textos Sagrados de Thelema", es el Liber XXX Aerum vel Saeculi, sub figura CDXVIII, comúnmente llamado La Visión y la Voz.
El I - Ching y el Tarot (considerados como libros de iluminación mística más que como instrumentos para decir la buena ventura), aunque de origen pre-thelémico, son considerados también parte informal del canon thelémico.
TEOLOGÍA Y PRINCIPIOS ESENCIALES DE THELEMA
(Las siguientes notas acerca de la teología thelémica están basadas principalmente en los escritos de Aleister Crowley. Estas notas no pretenden ser una interpretación o comentario del Libro de la Ley más allá de los límites de los escritos del Profeta, ni representan una declaración definitiva del credo thelémico)
La teología de Thelema postula que toda la existencia manifiesta surge de la interacción de dos principios cósmicos: el infinitamente extendido y omniabarcante Espacio-Tiempo-Continuo, y el Principio Atómico, individualmente expresado, de Vida y Sabiduría. La interacción de estos dos principios da origen al Principio de la Conciencia, que gobierna la existencia. En el Libro de la Ley, los principios divinos están personificados por una trinidad de antiguas divinidades egipcias: NUIT, la diosa del Espacio Inconmensurable; HADIT, la Alada Serpiente de Luz; y RA-HOOR-KHUIT (Horus), el Señor Solar del Cosmos, de Cabeza de Halcón.
El sistema teológico thelémico considera las divinidades de diversas culturas y religiones como personificaciones de fuerzas cósmicas específicas, arquetípicas y divinas. La doctrina thelémica sostiene que todas las distintas religiones de la humanidad están basadas en verdades universales; y, de hecho, el estudio comparativo de las religiones es una disciplina importante para muchos thelemitas.
Con respecto a los conceptos acerca del alma individual, Thelema sigue la doctrina del Hermetismo Tradicional, que sostiene que cada persona posee un alma o "cuerpo de luz", organizado en "capas" o "envolturas" que envuelven al cuerpo físico. Se considera también que cada individuo tiene su propio Augoeides o Santo Ángel Guardián, que podría considerarse simultáneamente como el propio Ser perfeccionado y como un ser divino separado y con sentimientos propios. En relación a los conceptos de la existencia post-mortem, la vida en sí misma es considerada una como continuidad, donde la muerte es una parte integrante del todo. La vida mortal perece para que la vida eterna pueda continuar. El Augoeides, sin embargo, es inmortal y no está sujeto ni a la vida ni a la muerte.
En paralelo a la doctrina budista, se considera que el Cuerpo de Luz está sujeto a la metempsicosis o reencarnación, tras la muerte del cuerpo. Generalmente se considera que el Cuerpo de Luz va evolucionando en sabiduría, conciencia y poder espiritual, a través de los ciclos de metempsicosis, al menos para aquellos individuos que dedican sus vidas al avance espiritual. En cuanto al tema del destino luego de la muerte física, será determinado en última instancia por la Voluntad del individuo.
Thelema incorpora la idea de la evolución cíclica de la Conciencia Cultural, así como la de la Conciencia Personal. Se considera a la Historia dividida en Eones, cada uno con su concepto dominante de la Divinidad, y su propia "fórmula" de redención y avance. El Eón actual es denominado "Eón de Horus". El anterior fue el "Eón de Osiris", y el anterior a este fue el "Eón de Isis". Este último, de origen neolítico, es considerado dominado por la idea maternal de la Divinidad, y su fórmula involucraba la devoción a la Madre Tierra en agradecimiento por la nutrición y cobijo que ella proveía. El Eón Clásico/Medieval de Osiris es considerado dominado por el principio paternal de la Divinidad, y su fórmula fue la del auto-sacrificio y la sumisión al Dios-Padre.
El moderno Eón de Horus se considera regido por el principio del Niño, el individuo soberano, y su fórmula es la del crecimiento, en conciencia y amor, hacia la auto-realización.
De acuerdo a la doctrina thelémica, la expresión de la Ley Divina en el Eón de Horus es "Haz tu voluntad". Esta "Ley de Thelema", como es llamada, no debería interpretarse como una licencia para entregarse a cada capricho pasajero, sino como el mandato divino de descubrir la propia Verdadera Voluntad o auténtico propósito en la vida, y cumplirlo dejando a los demás hacer lo propio, cada quien a su manera. La "aceptación" de la Ley de Thelema es lo que define a un thelemita, y el descubrimiento y cumplimiento de la verdadera voluntad es el interés fundamental de todos los thelemitas, siendo considerada la consecución del "Conocimiento y conversación con el santo ángel guardián" como una parte integral de este proceso. Los métodos y prácticas empleados durante este proceso son numerosos y muy variados, pero se agrupan bajo el término genérico de "Magick".
No todos los thelemitas utilizan todas las prácticas disponibles, hay espacio suficiente para que cada practicante elija individualmente las prácticas más adecuadas a sus necesidades. Algunas de estas prácticas son las mismas, o similares, a aquéllas promulgadas por las "grandes religiones" del pasado y del presente, como la plegaria, la meditación, el estudio de textos religiosos (tanto los de Thelema como los de otras religiones), el canto, los rituales simbólicos e iniciatorios, los ejercicios devocionales, la auto-disciplina, etc. Sin embargo, algunas de nuestras prácticas han sido popularmente asociadas con aquello popularmente conocido como "ocultismo", es decir, astrología, adivinación, numerología, yoga, alquimia tántrica y comunicación con "ángeles" o "espíritus"; prácticas que son consideradas por los thelemitas como medios potencialmente efectivos para obtener realizaciones espirituales acerca de la naturaleza del propio ser y de su lugar en el universo, y para la cumplimentación de estas comprensiones, a través de armoniosos trabajos evolutivos.
Thelema considera que cada acción que no esté dirigida hacia el descubrimiento y pleno desarrollo de la Verdadera Voluntad, cae en la categoría de "magia negra". Esto incluye todo acto de interferencia con el legítimo ejercicio de cualquier individuo, de descubrir y desarrollar su propia Verdadera Voluntad. Según el pensamiento thelémico, estas acciones crean una desarmonía y desequilibrio que generan una respuesta del universo; es una doctrina similar a la concepción oriental de "Karma". Thelema no tiene un paralelo directo con la concepción judeo-cristiana de Satán; sin embargo, una pseudo-personificación de la confusión, la distracción, la ilusión y la ignorancia egoísta, es reconocida por el nombre de "Choronzón".
COSTUMBRES CARACTERÍSTICAS
Casi todos los thelemitas llevan un registro de sus prácticas personales en la forma de un "Diario Mágico".
La mayoría de los thelemitas practica también una forma especial de plegaria cuatro veces al día, práctica que está descripta en el libro llamado Liber Resh vel Helios. Es también una práctica usual adoptar nombres místicos o "lemas mágickos", como un signo de compromiso.
Usualmente los thelemitas se saludan entre sí con la frase "Hacer tu voluntad será el todo de la Ley", a lo que se responde "El amor es la ley, el amor bajo la voluntad". A veces estas frases se abrevian con la simple mención del número 93, que significa a la vez "Voluntad" y "Amor", según una particular forma de numerología empleada por los thelemitas.
Material publicado en la página de la Ordo Templi Orientis, Campo Baphomet por Brennius, Maestro del Campo.
Los Textos Religiosos Thelémicos
El libro "Los Textos Sagrados de Thelema", incluye la mayoría de los libros considerados por los thelemitas como los textos inspirados de Crowley, y que forman el canon de la Sagrada Escritura thelémica. El principal de estos textos es el Liber AL vel Legis, sub figura CCXX, comúnmente llamado El Libro de la Ley. Los contenidos de este libro son bastante crípticos, razón por la cual Crowley preparó una serie de comentarios para su clarificación. Se espera que los thelemitas interpreten el libro por sí mismos, basándose en los comentarios de Crowley y otros escritos, pero son advertidos acerca de intentar imponer sus interpretaciones personales a otros.
Otro libro que ocupa un lugar destacado en el canon thelémico, pero que no está incluido en "Los Textos Sagrados de Thelema", es el Liber XXX Aerum vel Saeculi, sub figura CDXVIII, comúnmente llamado La Visión y la Voz.
El I - Ching y el Tarot (considerados como libros de iluminación mística más que como instrumentos para decir la buena ventura), aunque de origen pre-thelémico, son considerados también parte informal del canon thelémico.
TEOLOGÍA Y PRINCIPIOS ESENCIALES DE THELEMA
(Las siguientes notas acerca de la teología thelémica están basadas principalmente en los escritos de Aleister Crowley. Estas notas no pretenden ser una interpretación o comentario del Libro de la Ley más allá de los límites de los escritos del Profeta, ni representan una declaración definitiva del credo thelémico)
La teología de Thelema postula que toda la existencia manifiesta surge de la interacción de dos principios cósmicos: el infinitamente extendido y omniabarcante Espacio-Tiempo-Continuo, y el Principio Atómico, individualmente expresado, de Vida y Sabiduría. La interacción de estos dos principios da origen al Principio de la Conciencia, que gobierna la existencia. En el Libro de la Ley, los principios divinos están personificados por una trinidad de antiguas divinidades egipcias: NUIT, la diosa del Espacio Inconmensurable; HADIT, la Alada Serpiente de Luz; y RA-HOOR-KHUIT (Horus), el Señor Solar del Cosmos, de Cabeza de Halcón.
El sistema teológico thelémico considera las divinidades de diversas culturas y religiones como personificaciones de fuerzas cósmicas específicas, arquetípicas y divinas. La doctrina thelémica sostiene que todas las distintas religiones de la humanidad están basadas en verdades universales; y, de hecho, el estudio comparativo de las religiones es una disciplina importante para muchos thelemitas.
Con respecto a los conceptos acerca del alma individual, Thelema sigue la doctrina del Hermetismo Tradicional, que sostiene que cada persona posee un alma o "cuerpo de luz", organizado en "capas" o "envolturas" que envuelven al cuerpo físico. Se considera también que cada individuo tiene su propio Augoeides o Santo Ángel Guardián, que podría considerarse simultáneamente como el propio Ser perfeccionado y como un ser divino separado y con sentimientos propios. En relación a los conceptos de la existencia post-mortem, la vida en sí misma es considerada una como continuidad, donde la muerte es una parte integrante del todo. La vida mortal perece para que la vida eterna pueda continuar. El Augoeides, sin embargo, es inmortal y no está sujeto ni a la vida ni a la muerte.
En paralelo a la doctrina budista, se considera que el Cuerpo de Luz está sujeto a la metempsicosis o reencarnación, tras la muerte del cuerpo. Generalmente se considera que el Cuerpo de Luz va evolucionando en sabiduría, conciencia y poder espiritual, a través de los ciclos de metempsicosis, al menos para aquellos individuos que dedican sus vidas al avance espiritual. En cuanto al tema del destino luego de la muerte física, será determinado en última instancia por la Voluntad del individuo.
Thelema incorpora la idea de la evolución cíclica de la Conciencia Cultural, así como la de la Conciencia Personal. Se considera a la Historia dividida en Eones, cada uno con su concepto dominante de la Divinidad, y su propia "fórmula" de redención y avance. El Eón actual es denominado "Eón de Horus". El anterior fue el "Eón de Osiris", y el anterior a este fue el "Eón de Isis". Este último, de origen neolítico, es considerado dominado por la idea maternal de la Divinidad, y su fórmula involucraba la devoción a la Madre Tierra en agradecimiento por la nutrición y cobijo que ella proveía. El Eón Clásico/Medieval de Osiris es considerado dominado por el principio paternal de la Divinidad, y su fórmula fue la del auto-sacrificio y la sumisión al Dios-Padre.
El moderno Eón de Horus se considera regido por el principio del Niño, el individuo soberano, y su fórmula es la del crecimiento, en conciencia y amor, hacia la auto-realización.
De acuerdo a la doctrina thelémica, la expresión de la Ley Divina en el Eón de Horus es "Haz tu voluntad". Esta "Ley de Thelema", como es llamada, no debería interpretarse como una licencia para entregarse a cada capricho pasajero, sino como el mandato divino de descubrir la propia Verdadera Voluntad o auténtico propósito en la vida, y cumplirlo dejando a los demás hacer lo propio, cada quien a su manera. La "aceptación" de la Ley de Thelema es lo que define a un thelemita, y el descubrimiento y cumplimiento de la verdadera voluntad es el interés fundamental de todos los thelemitas, siendo considerada la consecución del "Conocimiento y conversación con el santo ángel guardián" como una parte integral de este proceso. Los métodos y prácticas empleados durante este proceso son numerosos y muy variados, pero se agrupan bajo el término genérico de "Magick".
No todos los thelemitas utilizan todas las prácticas disponibles, hay espacio suficiente para que cada practicante elija individualmente las prácticas más adecuadas a sus necesidades. Algunas de estas prácticas son las mismas, o similares, a aquéllas promulgadas por las "grandes religiones" del pasado y del presente, como la plegaria, la meditación, el estudio de textos religiosos (tanto los de Thelema como los de otras religiones), el canto, los rituales simbólicos e iniciatorios, los ejercicios devocionales, la auto-disciplina, etc. Sin embargo, algunas de nuestras prácticas han sido popularmente asociadas con aquello popularmente conocido como "ocultismo", es decir, astrología, adivinación, numerología, yoga, alquimia tántrica y comunicación con "ángeles" o "espíritus"; prácticas que son consideradas por los thelemitas como medios potencialmente efectivos para obtener realizaciones espirituales acerca de la naturaleza del propio ser y de su lugar en el universo, y para la cumplimentación de estas comprensiones, a través de armoniosos trabajos evolutivos.
Thelema considera que cada acción que no esté dirigida hacia el descubrimiento y pleno desarrollo de la Verdadera Voluntad, cae en la categoría de "magia negra". Esto incluye todo acto de interferencia con el legítimo ejercicio de cualquier individuo, de descubrir y desarrollar su propia Verdadera Voluntad. Según el pensamiento thelémico, estas acciones crean una desarmonía y desequilibrio que generan una respuesta del universo; es una doctrina similar a la concepción oriental de "Karma". Thelema no tiene un paralelo directo con la concepción judeo-cristiana de Satán; sin embargo, una pseudo-personificación de la confusión, la distracción, la ilusión y la ignorancia egoísta, es reconocida por el nombre de "Choronzón".
COSTUMBRES CARACTERÍSTICAS
Casi todos los thelemitas llevan un registro de sus prácticas personales en la forma de un "Diario Mágico".
La mayoría de los thelemitas practica también una forma especial de plegaria cuatro veces al día, práctica que está descripta en el libro llamado Liber Resh vel Helios. Es también una práctica usual adoptar nombres místicos o "lemas mágickos", como un signo de compromiso.
Usualmente los thelemitas se saludan entre sí con la frase "Hacer tu voluntad será el todo de la Ley", a lo que se responde "El amor es la ley, el amor bajo la voluntad". A veces estas frases se abrevian con la simple mención del número 93, que significa a la vez "Voluntad" y "Amor", según una particular forma de numerología empleada por los thelemitas.
Material publicado en la página de la Ordo Templi Orientis, Campo Baphomet por Brennius, Maestro del Campo.